Ante el reciente y violento asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, el gobierno de México ha decidido implementar el “Plan Michoacán por la paz y la justicia”. La presidenta Claudia Sheinbaum convocó a su gabinete para abordar esta crisis tras la muerte de Manzo, quien fue atacado durante una celebración del Día de Muertos en la plaza central de Uruapan, donde se encontraba una multitud. El agresor fue abatido en la escena.
Sheinbaum delineó que el plan se sustentará en tres pilares fundamentales: seguridad y justicia; desarrollo económico con justicia; y educación y cultura para la paz. La mandataria anunció que desde este martes, su equipo trabajará en colaboración con representantes de la sociedad civil de Michoacán para definir los detalles del plan.
“Durante esta semana vamos a escuchar a las comunidades, a las autoridades tradicionales, a las iglesias, y a los sectores productivos y sociales para fortalecer el plan con su perspectiva y experiencia”, comentó Sheinbaum.
Sin embargo, la respuesta de los analistas en México ha sido mayormente escéptica. Muchos consideran que este nuevo plan es parte de un “ciclo repetitivo” de estrategias que han fracasado en el pasado. Alberto Guerrero Baena, un analista de seguridad en Michoacán, expresó que el plan de Sheinbaum parece un eco de iniciativas anteriores que no han logrado detener la violencia.
Guerrero subrayó que es fundamental revisar a fondo este nuevo “Plan Michoacán” para evitar similitudes con el anterior del mismo nombre implementado hace una década. Recordó que en administraciones pasadas, como las de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, se anunciaron planes similares que, lejos de resolver la problemática, fortalecieron a las organizaciones criminales y perpetuaron la corrupción.
Voces críticas también se alzaron en redes sociales, como la de Mario DiCostanzo, exlegislador federal, quien acusó a Sheinbaum de falta de transparencia al señalar que no hay fondos asignados en el presupuesto de 2026 para su plan, tildándolo de “demagogia barata”.
El contexto de violencia en Michoacán es alarmante. Además del asesinato de Manzo, se suma el homicidio de Bernardo Bravo, líder del sector limonero que había denunciado la presión de los carteles sobre los productores locales. En el último año, la violencia ha escalado a tal punto que la organización estadounidense ACLED clasificó a México como el país con el mayor número de ataques contra funcionarios en 2024, con 342 incidentes reportados.
En cuanto a las propuestas iniciales del “Plan Michoacán”, Sheinbaum sugirió el despliegue de más fuerzas federales en la región, la creación de una fiscalía especializada, y la implementación de un sistema de alertas para alcaldes. También mencionó la importancia de realizar mesas de seguridad quincenales y una reforma para fortalecer la fiscalía estatal.
El despliegue de fuerzas federales comenzó el lunes, coincidiendo con las protestas por el asesinato de Manzo. En el ámbito económico, se propone apoyar al sector rural y aumentar la inversión en infraestructura agrícola. Por último, en el área de educación y cultura para la paz, se prevé la construcción de centros comunitarios y la realización de eventos que fomenten la paz en la región.
