**Martes, 14 de octubre de 2025**
Una nueva controversia sobre la censura literaria ha surgido en Florida, generando inquietud entre educadores, escritores y organizaciones de derechos civiles. Recientes denuncias han señalado que obras fundamentales de la literatura latinoamericana, como «Cien años de soledad», «El amor en los tiempos del cólera» y «Crónica de una muerte anunciada» de Gabriel García Márquez, así como textos de Federico García Lorca e Isabel Allende, están siendo prohibidas en las escuelas públicas. Estos libros han sido catalogados como de “contenido sexual” o se les acusa de promover “ideología LGBTQ+”. — RTVC Noticias (@RTVCnoticias) 14 de octubre de 2025.
La base legal para esta acción se encuentra en la Ley HB 1069, firmada por el gobernador Ron DeSantis en 2023. Esta ley permite la eliminación de cualquier libro en escuelas K-12 de Florida que “describe conducta sexual” si un padre o un miembro del personal educativo presenta una objeción; los libros deben ser retirados de inmediato tras la objeción.
Hasta la fecha, el estado ha llevado a cabo la retirada o suspensión de más de 700 títulos en las escuelas, y se estima que alrededor de 7,000 libros han sido afectados en otros estados. Las retiradas abarcan desde novelas clásicas hasta literatura contemporánea. Organizaciones como PEN America han denunciado esta iniciativa como un “grave asalto” a la libertad de lectura.
Sin embargo, este proceso ha encontrado resistencia legal. En agosto de 2025, el juez federal Carlos Mendoza declaró inválida una parte importante de la ley HB 1069, argumentando que su cláusula sobre la prohibición de material que “describe conducta sexual” era demasiado ambigua y violaba los derechos de los estudiantes bajo la Primera Enmienda de la Constitución de EE. UU. Mendoza indicó que muchas de las obras cuestionadas no eran obscenas ni carecían de valor literario, y que la interpretación estatal se había ampliado de manera inconstitucional.
Por el momento, el fallo mantiene en suspenso la aplicación generalizada de la ley, aunque el Estado de Florida ha anunciado su intención de apelar la decisión. Mientras tanto, diversas organizaciones en defensa de la libertad de expresión han instruido a los distritos escolares para que reintroduzcan los libros que han sido retirados.