El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha denunciado que los recientes ataques de Estados Unidos contra embarcaciones en el Caribe, orquestados por Stephen Miller, se fundamentan en información errónea sobre las incautaciones de drogas, lo que representa una amenaza para la seguridad de la región.
En declaraciones recientes, Petro argumentó que la administración estadounidense ha utilizado como justificación el supuesto fracaso en la interdicción de drogas para llevar a cabo el lanzamiento de misiles en el Caribe. Sin embargo, el mandatario insistió en que Colombia ha demostrado ser efectiva en la lucha contra el narcotráfico, convirtiéndose en el mayor incautador de drogas a nivel mundial, con más de mil toneladas confiscadas anualmente.
“Stephen Miller es el responsable detrás de los ataques en el Caribe. Su argumento se basa en una mentira: que la incautación ha fracasado. Este año, el gobierno ha logrado convertirse en el mayor incautador del mundo y hemos superado la marca de mil toneladas”, señaló Petro en su cuenta de Twitter.
El presidente también subrayó que las críticas y la “descertificación” de Colombia por parte de Estados Unidos buscan ocultar los logros alcanzados en la lucha contra las drogas y legitimar lo que calificó como “crímenes y asesinatos” derivados de los bombardeos indiscriminados.
Además, Petro resaltó que la operación militar estadounidense no considera la colaboración internacional de Colombia, que trabaja junto a agencias de inteligencia globales como la DEA, el FBI, la CIA, Europol y fuerzas policiales de Europa y países árabes. Según el mandatario, este enfoque militar podría, en realidad, fortalecer el narcotráfico en la región del Pacífico, incrementar la violencia en Colombia, Ecuador, Perú y Chile, y facilitar la propagación de drogas sintéticas más peligrosas, como el fentanilo, hacia el mercado estadounidense.
Finalmente, el presidente Petro defendió la importancia estratégica y simbólica del Caribe, describiéndolo como “el mar de la libertad de Latinoamérica”, y llamó a la unidad regional para protegerlo de lo que considera una agresión basada en falsedades.