**Estados Unidos y la Tensión en Venezuela: Un Escenario en Desarrollo**
**Fecha:** 31 de octubre de 2025
**Hora:** 18:50
**Actualización:** 31 de octubre de 2025 – 01:25
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha desmentido este viernes que se esté considerando llevar a cabo ataques en Venezuela. Sin embargo, diversos medios estadounidenses han informado que el Pentágono se encuentra preparándose para bombardear instalaciones militares en el país sudamericano. Esta contradicción genera confusión sobre la verdadera naturaleza de la ofensiva antidrogas que Washington ha intensificado en el Caribe desde septiembre, la cual incluye la posible autorización para que la CIA realice operaciones dentro de Venezuela.
Durante una conferencia de prensa a bordo del Air Force One, Trump respondió con un simple «no» a la pregunta de si contemplaba ataques en territorio venezolano. A pesar de esto, no aclaró si su negativa implica la exclusión de futuras acciones o si simplemente no ha tomado una decisión definitiva.
Esta declaración contrasta con su comentario de la semana pasada, donde insinuó que «la tierra será lo siguiente», sugiriendo una posible expansión de las operaciones militares contra el narcotráfico hacia objetivos en Venezuela. Según informes de The Wall Street Journal y The Miami Herald, la Casa Blanca ya tiene planes detallados listos para ejecutar bombardeos «en cuestión de días o incluso horas».
**Objetivos de la Ofensiva en Venezuela**
De acuerdo con los mismos periódicos, la ofensiva tiene como objetivo desmantelar el Cártel de los Soles, una red de narcotráfico supuestamente relacionada con el Gobierno venezolano, y aumentar la presión sobre el presidente Nicolás Maduro para que abandone el poder. Entre los posibles objetivos se incluyen puertos, aeropuertos y otras instalaciones controladas por las Fuerzas Armadas venezolanas, según declaraciones de fuentes gubernamentales de Estados Unidos a Reuters.
En medio de esta «escalada» del conflicto, Trinidad y Tobago ha decidido poner a su ejército «en alerta general», llamando a sus soldados a sus puestos de inmediato, según informes de la AFP. Este acto ha sido justificado como una medida preventiva ante la creciente tensión en la región.
**Aumento de la Presencia Militar de EE.UU.**
La acumulación de fuerzas militares estadounidenses en el Caribe ha intensificado las sospechas sobre posibles acciones inminentes. En los últimos dos meses, Washington ha desplegado varios buques de guerra, aviones de combate F-35 en Puerto Rico y miles de tropas en la región. Adicionalmente, el portaaviones USS Gerald Ford, el más grande del mundo, se dirige hacia la zona, marcando la mayor concentración militar de EE.UU. en América Latina desde la invasión de Panamá en 1989.
Trump ha justificado estas operaciones como parte de una «guerra total contra los cárteles», tras una serie de ataques a embarcaciones sospechosas en el Caribe y el Pacífico. Desde el 1 de septiembre, el Pentágono ha destruido al menos 15 barcos considerados «narcolanchas», resultando en más de 60 muertos y solo tres supervivientes.
El senador republicano Lindsey Graham ha indicado que Trump planea informar a los legisladores sobre las operaciones militares contra Venezuela y Colombia a su regreso de su viaje a Asia.
**Reacciones Internacionales y Denuncias de Caracas**
Las acciones de EE.UU. han suscitado un fuerte rechazo internacional. El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha acusado a Washington de «violar el derecho internacional» y de llevar a cabo «ejecuciones extrajudiciales» al atacar embarcaciones sin un debido proceso.
Desde Caracas, el Gobierno de Nicolás Maduro ha denunciado que Washington utiliza el narcotráfico como un «pretexto para imponer un cambio de régimen y apoderarse del petróleo venezolano». Las autoridades alegan haber desmantelado una supuesta célula de la CIA que planeaba atacar un buque estadounidense en el Caribe para justificar una escalada militar.
A principios de octubre, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, denunció el «acoso militar» por parte de aviones de combate estadounidenses que habían sobrevolado las costas venezolanas, considerándolo una amenaza a la soberanía y seguridad nacional del país.
**Conclusión: Ambigüedad y Tensión Continua**
Aunque Trump ha reiterado que no busca una guerra, la ambigüedad de sus declaraciones parece intencionada. Mientras desmiente abiertamente una invasión, no ha cesado en incrementar la presencia de tropas y aviones en una región históricamente sensible para América Latina, marcando un nivel de militarización sin precedentes.
